Coralistas a la hoguera…De San Juan.
A coger el trebole, el trebole, el trebole
A coger el trebole la noche de San Juan.
El fin de curso estaba próximo, muchas horas de estudio, muchos exámenes muchos agobios. No hay tiempo vital para nada.
Esta cancioncilla infantil se volvió machacona en nuestros ya cansados cerebros cuando conocimos el destino del viaje fin del curso coral. Sonaba y resonaba a la vez que una sonrisilla iba alegrándonos la cara.

Primera parada en la villa de las 3 mentiras: Santillana del Mar.
Cierto es que no es llana porque está rodeada de pequeñas ondulaciones, y no tiene mar, aunque está apenas a 10 kilómetros de la costa. En cuanto a lo de "Santa" no estoy muy de acuerdo, porque un grupo de monjes, en la Alta Edad Media, construyó en estas tierras una ermita donde proteger las reliquias de una mártir llamada Juliana. Años después, aquella primitiva ermita se transformó en un monasterio y en la fenomenal Colegiata de Santa Juliana de donde la villa tomo el nombre del centro religioso: “Sancta Luliana” (nombre que más adelante derivaría en “Santillana”).
Paseamos por calles empedradas con multitud de regias casonas, muchas de ellas transformadas en restaurantes, hoteles con encanto. Y tiendeo variado.
Cuenta una historia de que quien va a Santillana y no se bebe un vaso de leche de vaca (de esa que deja bigotillo blanco) con un bizcocho, no se casa. No sé si por la leyenda o por el hambre, pero fuimos dejando un rastro de miguitas de sobao por nuestro recorrido.

Después de comer directos al Albergue Viejo Lucas, registro y hay que prepararse para el concierto. Todos guapetones y azulones salimos dirección Torrelavega, a La Iglesia de la Virgen Grande que llama la atención por los materiales en los que está construida. Es de hormigón armado y la cúpula estrellada tiene los nervios de ladrillo. Algún graciosillo diría que como nosotros antes del concierto...
Concierto, tras el cual ese momentito de gloria mezcla de satisfacción y alivio, con esas emociones propias junto con las de las personas que se acercaban a darnos la enhorabuena.
Y vuelta a la playa, ahora con un aspecto muy diferente de la mañana, la noche de San Juan, la noche más corta del año y también la más mágica. La leyenda cuenta que San Juan Bautista nació el día 24 junio y lo hizo protegido por unas energías mágicas provenientes del solsticio de verano. Hay que aprovechar esta noche tan especial para atraer la suerte realizando diferentes rituales. El mas popular está directamente relacionados con el fuego, quemar en la hoguera una lista de las cosas negativas que quieres que salgan de tu vida. Otro es bañarse completamente desnudo y dando la espalda a la luna, los coralistas decidieron, no por cobardía sino por prevención, no exponerse a un catarro pues hacia bastante" rasca"
Afanosos coralistas apilaron la madera , prendieron el fuego y los demás nos sentamos por donde pudimos a cenar nuestro siempre presente bocadillo y a mirar, por fin las llamas prenden , hacía frío, nos apretujamos un poco, No hay caso, hay que moverse , y demás somos un coro , hay que cantar; Fernando , Nao y Andrea dirigen una improvisada sesión de minidisco playera…. ¡Felicidades chicos! conseguisteis que nuestras neuronas procesaran cambiar " Donna Nobis" por otra advocación mariana : "Macarena", a la que siguieron Saturday Night y otras por el estilo que entre la descoordinación motora por el frío y por la risa, calentaron la noche.
Ya de madrugada volvimos al hotel, cansados pero felices, la magia sigue, sin demasiados miramientos atacamos la cama sin dar mucho tiempo a pensar sobre su comodidad.



Momentos Mágicos e inexplicables.


Julia Anisimov Rodriguez
(Fotos: Álex Hernández Salgado)
(Fotos: Álex Hernández Salgado)